Un buen momento para desarrollar la ganadería
Para el consultor Víctor Tonelli, “la foto actual de la ganadería argentina es buena: los precios de la hacienda gorda y de invernada son satisfactorios, gracias a la recuperación que se produjo en los últimos meses”. En cuanto al mediano plazo, que tiene que ver con los días que faltan para el cambio de gobierno, “la situación es compleja, ya que no hay señales de que vayamos a transcurrir este tiempo en forma tranquila”. Sin embargo, el orador indicó que “al final del túnel hay una luz brillante, cuando se considera lo que está pasando en el mercado mundial de carnes”.
Luces y sombras
Entre los aspectos favorables de la coyuntura, el analista destacó principalmente “la excelente relación entre el kilo de novillo gordo respecto del maíz”. Resaltó que “estamos viviendo una situación inédita: sin el gasto de flete, se estaría en una relación del orden de 20:1, cuando se sabe que para producir un kilo de carne se necesitan 8 a 10 kilos de grano”. Ante esta situación, subrayó que “hay un fuerte interés por parte de los engordadores para hacerse de terneros; por eso los valores de la invernada van a seguir firmes”.
La primera “sombra” de la foto ganadera tiene relación con las inundaciones que afectan buena parte de la provincia de Buenos Aires, sobre todo la Cuenca del Salado. “Desde hace tres meses se están viviendo situaciones muy complejas. Eso ha significado pérdida de terneros y pérdida de estado y mortandad de los vientres, algo que va a afectar el destete y la oferta de la hacienda del año próximo”, describió.
La segunda “sombra” que identificó Tonelli –al hablar en una jornada organizada por la Distribuidora Z en Tres Arroyos– tiene que ver con una paradoja: a pesar de los buenos precios ganaderos que hay actualmente en la Argentina, el país ha ingresado nuevamente en un período de liquidación. “Faltan incentivos para que el productor piense con una visión de inversión a largo plazo. Estamos en niveles de faena de hembras de 45-46%; esto significa claramente que se está produciendo un proceso de liquidación, aunque no sea tan violento como el que vivimos en el ciclo 2008/09”.
“El stock, que había recuperado 3,5 millones de cabezas de los 10 que habíamos perdido, hoy se estancó”, indicó.
Las buenas noticias son que hoy la actividad es rentable y que el sector está sano desde el punto de vista financiero. “Estos dos ingredientes son importantes de cara al futuro, ya que no se precisará ayuda externa para crecer; lo único que necesita el sector es que le muestren que podrá transitar un camino razonable. Y eso implica, básicamente, combatir la inflación y devolverle al exportador la competitividad necesaria para continuar en el negocio”, resumió.
Mercado mundial, un sueño
“‘La ganadería es el negocio del futuro’. Esta es una frase de la que los productores descreen, porque siempre surge algún problema y ese futuro no llega nunca. Pero esta vez tengo un argumento concreto para repetirla y tiene que ver con dos situaciones inéditas que están ocurriendo y que tendrán fuerte implicancia de cara al futuro”, resaltó Tonelli.
La primera está relacionada con el menor impacto político del precio de la carne en el mercado interno. “Nunca tuvimos una proporción de consumo de carne vacuna del 50% respecto del total de proteínas animales, con tendencia a la baja. En el pasado, la carne vacuna representaba el 90% de las proteínas animales que se consumían; además, constituía una proporción altísima de la canasta familiar, con lo cual cualquier aumento implicaba mayor inflación y un serio problema político para el gobernante de turno”, relató.
Sin embargo, “dado que el consumo de carne vacuna se redujo por un aumento del consumo de las demás carnes, el impacto político de un aumento del precio de la carne vacuna se reduce efectivamente, ya que impacta cada vez menos en el bolsillo del consumidor argentino”.
La segunda situación “extraordinaria” destacada por Tonelli es que “nunca tuvimos un nivel de demanda mundial insatisfecha como el que se observa en los últimos años y como el que se prevé hacia el futuro”. Esta situación diferencial tiene relación con el mayor consumo de los países emergentes, que son, básicamente, los que tienen más habitantes. “El consumo del 65% de la población mundial viene creciendo a razón de 1,7% por habitante y por año. Es decir, hay más gente que come más”.
Ante esta situación inédita, se produce un desfase entre la oferta y la demanda que los países productores no alcanzan a satisfacer. El orador destacó que los precios internacionales han subido tres veces en dólares en los últimos 10 años, algo que no ha ocurrido con ningún otro commodity. En ese contexto, Tonelli destacó la oportunidad que tiene hoy la ganadería argentina de retornar a ese mundo del que ha salido.
Adicionalmente, se presentan nuevas oportunidades para la ganadería argentina: una es la cuota 481, que en el transcurso del año próximo será una realidad; la otra es la reapertura de los mercados de EE. UU. y de Canadá.
En síntesis, Tonelli destacó que “si se considera la situación actual del mercado internacional, del que hoy no formamos parte; si se atienden las oportunidades que se le van a presentar a la Argentina, y si se analiza el tiempo en el calendario ganadero, habrá que empezar a tomar decisiones pronto, porque cualquier proceso productivo –la transformación de un ternero en novillo, por ejemplo– lleva un año o más. Y ese es el tiempo que resta para que asuma un nuevo gobierno”.
Oportunidad adicional
Otra cuestión por considerar es el número de novillos disponibles en el país, que hoy equivale a la mitad de los que había en 2005 (último año de mercado en libre competencia). Esto ocurrió como consecuencia del desincentivo a la exportación, que provocó una caída en la producción de animales pesados. Esa oferta disminuida se va a enfrentar con un mundo con más demanda y mejores precios, y con el nicho de la 481 y el de EE. UU.
Teniendo en cuenta que va a haber menos oferta de terneros y de novillos por la liquidación que se está produciendo y por las inundaciones y un mercado internacional muy demandante, Tonelli señaló: “Si la administración que asuma en 2015 acepta lo que viene, tal como lo hizo Uruguay en el ciclo 2005/06, durante un tiempo vamos a tener menos animales a faena, con un peso mayor, con una proporción mayor para la exportación y con un precio muy redituable para toda la cadena”, hipotetizó el orador.
“La nueva administración va a tener que decidir, como les pasó a Kirchner y a Moreno, si acepta precios más caros de la carne durante seis meses o un año, para que el productor, incentivado por la exportación, decida ponerle 50, 60 o 70 kilos más al animal que vaya a faenar y aumente su rodeo. Es decir, hay que invertir para dar vuelta la ecuación de liquidación”.
El orador reveló que le ha tocado reunirse con tres fuerzas opositoras que tienen chances de acceder a la presidencia (Frente Renovador, UNEN y el Pro) y dijo que “las tres tienen clara una política ganadera distinta”. Es más, dijo que “hay dos de ellas que, incluso, prometieron lanzar un plan de estímulo a la producción de novillos pesados a través de la desgravación del pago de impuesto a las ganancias en el primer año. Es decir, tienen claro el problema, saben que habrá 10 o 12 meses de carne más cara, pero que habrá 65 kilos de las otras carnes que van a compensarlo. Así, el aumento de la carne vacuna tendrá menor peso político”, aseguró.
“Esto es algo que nunca vivimos y si los políticos que asuman tienen sentido común, podremos triplicar las exportaciones en volumen y capturar mucha más renta en dólares, que es otra de las necesidades de la Argentina”.
Reconstrucción ganadera
Tonelli aseguró que el futuro, según los tiempos ganaderos, es hoy. “La cuota 481 exigirá una recría de 10 a 12 meses, más 4 de corral. Eso significa diciembre de 2015. Por lo tanto, si soy ganadero, tengo que actuar ahora, ya que las decisiones que tome hoy darán sus frutos con el nuevo gobierno”.
Por último, consideró que “quien hoy está en la ganadería, está en el negocio correcto y en el momento justo”. Afirmó que “comenzar a invertir dentro de un año va a ser más caro, ya que hoy el vientre preñado de rodeo general está entre 15 y 20% más barato en kilos de ternero que la media histórica”. En este sentido, concluyó: “Hay momentos para ingresar al negocio. Uno no debe entrar cuando está en la cresta de la ola, porque va a pagar más; puede ingresar, por supuesto, pero no pretender la misma renta que el que ingresa cuando nadie quiere hacerlo”, concluyó.