Mermas preñez-destete: mucho trabajo por delante
Existe una importante dispersión de resultados en todas las regiones ganaderas. Qué puede llevarse a cabo para reducir esa brecha.
La merma preñez-destete promedio en los últimos tres años registrada en el relevamiento de gestiones productivas ganaderas CREA –que abarca 16 regiones– es del 8,3%.
“Al evaluar sólo ese dato parecería que el tema no representa un problema relevante. Sin embargo, el coeficiente de variación para ese promedio es de 54%, con valores mínimos de mermas muy bajas (0,6%) y máximos extremadamente altos (45%)”, explica el último informe técnico elaborado por la Comisión de Ganadería de CREA. “Eso en muchos casos puede significar todo el margen económico obtenible en la actividad”, advierte.
Al analizar las mermas registradas en las diferentes regiones CREA, se observa que –con diferentes magnitudes– en todas existen grandes dispersiones de datos, lo que indica que no se trata de problemas locales, sino de cuestiones por resolver dentro de la propia dinámica de las empresas.
La mayoría de las acciones para reducir mermas, son mejoras en los procesos y no tanto en tecnologías de insumos. Al ser un problema multicausal, la identificación, seguimiento y resolución del problema de las mermas debe ser un trabajo en conjunto del empresario y el asesor veterinario
En lo que respecta a las pérdidas de preñez tempranas, junto con el veterinario asesor se debe establecer un programa sanitario, que incluya diagnóstico y prevención de las enfermedades reproductivas.
“Es recomendable realizar por lo menos dos raspajes de los toros antes de que comience el servicio, para disminuir el riesgo de enfermedades venéreas (Campilobacteriosis y tricomoniasis) eliminando los toros positivos. Se debe realizar además análisis andrológico de los toros antes del servicio”, recomienda el informe.
Teniendo un rodeo sano, el manejo nutricional es la variable de mayor peso en la determinación de la preñez y actúa de dos formas diferentes: la condición corporal al momento del parto tiene relación con el anestro posparto, mientras que el estado nutricional de la vaca durante el servicio determinará la tasa de fertilidad de los celos.
“Si las vacas paren flacas, la aparición del primer celo posparto se retrasará, al igual que la posibilidad de que la vaca se preñe. Esto no es un problema mayor para las que paren temprano, pero un rodeo con servicio estacionado, si se alarga el anestro posparto eso determinará qué muchas de las vacas que parieron tarde no tengan chances de preñarse. Si la condición corporal al inicio del servicio es baja y no se cuenta con una base forrajera que permita una adecuada recuperación, una herramienta a considerar es manejar el destete anticipado”, señala el documento de CREA.
Para disminuir las pérdidas en el período preñez parición es esencial dar un refuerzo contra enfermedades reproductivas (IBR, DVB, leptospirosis) en todas las vacas y vaquillas al diagnóstico de preñez, además de entrenar al personal de campo sobre cuándo y cómo intervenir en la atención al parto.
También se aconseja separar vaquillonas de vacas, ya que las primeras requieren una mayor atención al parto. Y recorrer los lotes de parición por lo menos cuatro veces al día en vaquillonas y dos en vacas.
También es adecuado seleccionar toros con facilidad de parto y vaquillonas que cuenten con el desarrollo adecuado antes del servicio. Para ello, además del peso, es recomendable seleccionar las futuras madres por su área pélvica.
Para disminuir las pérdidas parición-destete, la capacitación del personal es el factor clave, dado que de ellos depende la detección y tratamiento temprano de enfermedades en terneros.
También es aconsejable la vacunación en las hembras al final de la preñez contra diarrea neonatal, la desinfección del ombligo (por ejemplo, con tintura de yodo al 7%) y la vacunación contra mancha en terneros cuatro y seis meses de edad.
“La recolección de la información es valiosa para analizar en qué momento del ciclo productivo de la cría se producen las pérdidas o mermas. A partir de ello, se puede identificar, cuantificar y tratar el problema adecuadamente. Debido a que las mermas se producen en diferentes momentos y por diversas causas, es necesario trabajarlas de modo integral”, asegura el informe CREA.