Diagnóstico de situación empresaria
Una herramienta para detectar problemas desarrollada por CREA
En la campaña 2013/14, el retraso cambiario hizo que muchas empresas agropecuarias ingresaran en situación de crisis. Para contar con un instrumento que permitiese realizar una rápida visualización de los problemas, el equipo técnico del Área de Empresa de CREA diseñó –sobre una planilla Excel– la herramienta denominada Diagnóstico de Situación Empresaria (DISE). Durante el 2018, luego de una sequía severa seguida por lluvias torrenciales y una importante devaluación del peso argentino, el DISE volvió a ser un tablero de comando de consulta obligada en muchas regiones productivas.
“Cuando una empresa ingresa en situación de crisis, primero se trata de solucionar el caso en el ámbito del grupo con ayuda del asesor; si eso no es posible, se recurre a la región CREA, dado que cada zona tiene un técnico designado en la Mesa Empresaria que los puede asistir. Finalmente, si el caso es muy complejo, se deriva a CREA central”, explica Alberto Galdeano, coordinador del Área de Empresa. “Además, a los grupos que tienen empresas complicadas siempre les pedimos que un miembro los acompañe en el proceso”, agrega.
¿Cómo se financia la asistencia si la empresa está en crisis?
Si la empresa no puede pagar la asistencia técnica, en CREA existe un fondo especial de reserva para atender esas situaciones, cuyo uso debe ser aprobado por los vocales regionales.
¿Cuándo suelen pedir ayuda las empresas en crisis?
Habitualmente sucede que las empresas piden ayuda cuando tienen un problema financiero; es el termómetro que indica si se tiene fiebre. Sin embargo, por lo general, ese es solo un síntoma; es decir, es la consecuencia y no la causa del problema. El DISE permite diagnosticar la causa para poder abordar la cuestión de fondo.
¿Es útil para todas las actividades?
Sí, para todas: el foco está puesto en la empresa, no en el tipo de negocio. Las causas que generan problemas pueden estar originadas en aspectos coyunturales, como puede ser un desastre climático. La herramienta permite vislumbrar si hacia adelante sigue habiendo un negocio, más allá de cualquier inconveniente coyuntural. Cuando no hay negocio y la empresa está mal, tenemos una situación que es grave; en ese caso, la estrategia debe ser defensiva, de resguardo de activos, incluso evaluando la liquidación de bienes si los niveles de deuda son elevados.
¿Por ejemplo?
La campaña 2014/15 en el NOA tuvo esas características: al proyectar los márgenes de cualquier negocio agrícola en esa zona, el resultado era negativo. Además, las empresas estaban muy endeudadas. Si se seguía en esa línea, la posibilidad de que la situación empeorase era alta, con lo cual fue necesario tomar una decisión de cirugía.
¿Y las empresas logran recuperarse?
Por lo general, las empresas que asistimos logran salir de la crisis. Pero pueden volver a caer; de allí la importancia de que haya un tutor que acompañe el proceso para que la solución sea realmente sostenible. Hemos visitado a grupos CREA asustados por cuestiones financieras, pero al analizarlas, se advirtió que no tenían problemas graves.
¿Cuándo se considera que una empresa tiene un problema grave?
Si lo que está mal es el negocio, cuando mejora la situación sucede lo mismo con la empresa. Pero si lo que está mal es la empresa, debemos revisar entonces la situación de deuda, que es otra de las cosas que permite hacer el DISE, para determinar si la empresa tiene o no una buena condición y cuenta con respaldo para poder pagarla. Puede tener una estructura de pasivos bien diseñada, pero carecer de respaldo; con lo cual, en algún momento podría caer en problemas. Puede estar endeudada de manera inadecuada, algo muy frecuente en el sector agropecuario: empresas con mucho crédito de corto plazo, situación que genera una presión enorme al tener que readecuar esa deuda todos los años.
¿A qué se refiere con respaldo?
A los activos que tiene para respaldar la operación, fundamentalmente bienes de uso. Para eso analizamos la relación entre bienes de uso (activo no corriente) sobre activo total (ver recuadro). Es decir: se trata de todo lo que podría liquidarse para cubrir compromisos si a la empresa le va mal. Una vez detectado el origen del problema, se diagnostica la situación del negocio: resultado y rentabilidad esperada. A partir de allí se evalúa hasta dónde tiene negocio la empresa, si este se sustenta en la operación, si puede financiar la estructura que posee, si puede hacer frente a sus compromisos financieros y si puede pagar impuestos y retiros. Si puede superar esas instancias, eso implica que el negocio está bien, mientras que si no puede superar alguna o ninguna de esas instancias, entonces se analiza hasta dónde tiene negocio.
¿Cuáles son los problemas más habituales?
La calidad del endeudamiento: nos encontramos con mucha deuda de corto plazo, incluso financiando la compra de bienes de uso con capital de trabajo. O bien cuestiones relativas al respaldo de la operación. En un grupo CREA de la región Sudeste, por ejemplo, diseñamos un negocio agrícola respaldado en vientres, de manera tal que si las cosas van mal, sea posible liquidar ese activo para cubrir compromisos; mientras que si van bien, se podrá disponer de los beneficios fiscales de ese activo. Es como una caja de ahorro a la que se puede recurrir en situaciones de crisis. Además, el DISE permite calcular la deuda potencial y estructural.
¿De qué se tratan ambos conceptos?
La deuda potencial es la máxima deuda que la empresa puede tener en función de la oferta de créditos existente en el mercado, mientras que la deuda estructural es la que no se puede pagar en los plazos acordados. Si una empresa, por ejemplo, tiene una deuda de 150 pero solo puede pagar 100, todos los años va a tener que refinanciar 50. En función de la situación del negocio, es necesario evaluar si conviene liquidar esa deuda para evitar sumar problemas.
¿Es compleja la carga de datos en el DISE?
La herramienta se carga con pocos datos. Se piden fundamentalmente los datos presentes en el plan económico realizado con formato CREA. Para cargar la planilla no se requiere mucho nivel de detalle. Y se necesitan indicadores patrimoniales, como activo al inicio, activo corriente y no corriente. Muchas empresas tienen estos datos y en otros casos es necesario construirlos, pero no es algo difícil de elaborar. Una vez cargada la información solicitada, el sistema tiene un tablero de diagnóstico que permite analizar la situación del negocio: liquidez, respaldo y deuda. En función de eso se realizan sugerencias.
¿Cree que el DISE tiene un adecuado nivel de uso en el ámbito CREA?
Siempre hay una oportunidad para sacarles provecho a estas herramientas. El DISE es más útil cuando las cosas van mal o en zonas donde las empresas tienen una escala más pequeña, o bien hay situaciones climáticas más variables. Si un agricultor sabe interpretar los datos de un análisis de suelos, como empresario debe saber, además, interpretar estas herramientas de diagnóstico. Vale aclarar que los indicadores que se emplean son los mismos que se usan en empresas de cualquier sector económico. Esta herramienta demostró tener utilidad práctica en momentos de crisis, aunque también es conveniente emplearla en todas las coyunturas para hacer un seguimiento de la evolución de la empresa. Toda inversión –incluso en los buenos momentos– debe ser financiada de manera adecuada, ya que si se instrumenta a costa de la liquidez de la empresa, el proyecto puede generar problemas en algún momento. El DISE permite analizar cuál va a ser la situación de la empresa luego de realizar una inversión. Con esta herramienta también hemos logrado modificar estructuras de financiación para buscar más plazo; en tales casos, el problema no es el negocio –porque las empresas son viables–, pero estructuran mal su endeudamiento y es necesario reorganizar pasivos. Lo ideal sería que la herramienta tuviera un mayor uso en las reuniones CREA.
¿Cuál es la mayor satisfacción que logró a partir del uso de este instrumento?
Una de las mayores satisfacciones personales que tengo con el DISE se dio en una empresa de la zona Santa Fe Centro, que estaba muy complicada en 2013/14. Nos reunimos con ellos y el caso lo siguieron el asesor de la empresa y su contador, junto con el técnico zonal del Área de Empresa de CREA y el tutor CREA. La empresa logró salir adelante luego de hacer a rajatabla lo que se indicó en las reuniones, material que surgió de los intercambios generados a partir del diagnóstico preciso de la situación.
La herramienta puede consultarse aquí.
La nota completa forma parte de la edición de junio de la Revista CREA