Destino: China
Consorcios exportadores: una alternativa para aprovechar el auge de demanda que se está registrando en la nación asiática
Tres años atrás Fausto Brighenti –en el marco de un acuerdo con una empresa de trading uruguaya– comenzó a desarrollar negocios de exportación de productos cárnicos vacunos rioplatenses destinados al mercado chino. Ahora decidió dar un paso más para promover la creación de un consorcio exportador integrado por empresarios ganaderos.
“Uruguay viene exportando a China hace muchos años e incluso carne con hueso. Eso nos permitió trasladar a la industria frigorífica argentina esa experiencia, de manera tal de construir confianza con ellos para crear canales comerciales en el mercado chino”, explica Fausto, integrante del CREA Río Salado (región Sudeste) y de la Comisión de Promoción Externa del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (Ipcva) en representación de CREA.
“Teniendo los canales comerciales consolidados en China, nos propusimos integrarnos hacia atrás ante la evidencia de que la demanda de carne vacuna es sostenida y creciente”, añade.
Hasta Bolivia comenzó a exportar este año carne vacuna a China…
FB: Así es. A partir de la demanda creciente, diseñamos un modelo de negocio orientado a integrar a productores, frigoríficos y la empresa comercializadora. El objetivo es que esos tres actores comiencen a mirarse como socios en un proyecto con un horizonte de largo plazo. Lo que esta sucediendo en China no es una cuestión coyuntural, sino estructural: necesita ser abastecida con un gran volumen de proteínas animales por las próximas décadas. Somos partes de su plan de seguridad alimenticia. El cuello de botella del negocio actualmente es la capacidad industrial y de congelado, pero en poco tiempo más será seguramente también la cantidad de animales.
¿Ya se conformó el consorcio exportador?
FB: Hicimos este año una primera operación demostrativa en la cual se compró hacienda a productores en el marco de una operación tradicional, pero abriendo todos los números del negocio para explicar cómo funciona el mismo en todas las etapas: faena, transporte y nacionalización de la mercadería en China, proceso que demora unos 60 días. Abrimos los libros del negocio para que los productores entiendan cómo funciona en esta primera instancia. Ahora estamos constituyendo un fideicomiso para comenzar a integrar a los productores interesados como parte de la operación, en la cual cada participantes recibirá utilidades obtenidas en función de los aportes realizados.
¿Cómo va a funcionar?
FB: los importadores chinos giran un adelanto que suele ser equivalente al 30% del monto total pactado, el cual se distribuye entre los participantes del fideicomiso (productores, frigorífico y trader). El saldo restante se percibe diez días después de que el embarque sale del puerto con destino a China. Desde que los contenedores salen del puerto local hasta que llegan a China, tarda unos 45 días.
¿El monto es descontado de impuestos?
FB: Los impuestos de ingreso a China corren a cuenta del importador. Los importadores, al recibir la mercadería, la nacionalizan para luego distribuirla en el territorio local. Estamos ahora abriendo nuestra propia firma importadora en China para poder nacionalizar la mercadería y comercializar de manera directa la carne en ese mercado, de manera de poder capturar un mayor valor.
¿Los chinos suelen adelantar parte del capital de la operación?
FB: La primera operación la hicimos con capital propio y con el adelanto de un importador chino. En el mercado argentino, además de escasa liquidez, existe poca prefinanciación de exportaciones, entonces los importadores chinos ayudan a concretar operaciones con adelantos. Nosotros nos apoyamos en eso para poder construir nuestro volumen de operaciones tradicionales.
¿Qué volumen de hacienda se exportó en esta primera operación?
FB: Un total de 250 vacas gordas, de la cual se enviaron 23 cortes congelados a un precio promedio general. Argentina fue habilitada este año a exportar carne vacuna con hueso congelada a China, aunque no todas las plantas frigoríficas habilitadas han implementado esa modalidad porque se requiere armar una línea de producción en ese sentido. Uruguay ya tiene experiencia incluso en enviar medias reses enteras a China; también coloca el novillo pesado completo en ese mercado. A medida que los chinos comienzan a comer cada vez más carne vacuna, tienen mayores exigencias en lo que respecta a raza, edad, alimentación, marbling (grasa intramuscular). Se mucho más selectivos y han logrado tener un conocimiento del negocio que nos asombra.
La propuesta entonces sería dejar de ser un proveedor y pasar a un socio de un consorcio exportador a China, tal como sucede en el caso de los consorcios de exportación de productores que participan de la cuota Hilton.
FB: Sí. Nosotros trabajamos con integrantes de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA) en la colocación de carne vacuna en China, lo que nos permitió entender cómo funciona un consorcio de productores exportadores. Integrar el Rump & Loin de cuota Hilton (destinado a la Unión Europea) con el resto de los cortes al mercado chino es un aspecto fundamental para valorizar la operación Hilton.
Los precios de los cortes Hilton vienen cayendo en el último año, mientras que lo contrario sucede con los valores de los cortes enviados al mercado chino, especialmente luego del impulso de la demanda ocurrido luego del desastre generado por la fiebre porcina africana en China.
FB: Estuve recientemente en la Feria de Anuga (Alemania) y observamos que los valores de los cortes Hilton están unos 1000 u$s/tonelada más bajos que en el primer semestre del año; esos números ya no son tan redituables, especialmente si se presenta la posibilidad de exportar novillos pesados completos a China, tal como sucede en el caso de la vaca gorda.
Porque es más eficiente, en términos logísticos, desarmar un animal y exportarlo en su totalidad a un solo destino que enviar diferentes cortes a diversos mercados…
FB: Europa, China, Chile, Medio Oriente, etcétera versus un solo contenedor a un solo destino con un cobro de un adelanto del 30%.
Hoy casi todo lo que se envía a China es carne congelada, pero la esperanza es que algún día, si los chinos aprenden a comer un bife con cuchillo y tenedor, que empiecen a comprar cortes enfriados de mayor valor, tal como sucedió en el caso del vino.
FB: Sin dudas. Estamos por eso desarrollando una marca propia que sea reconocible por los consumidores chinos.
¿Los chinos reconocen actualmente las marcas en el mercado de carne vacuna importada o les da lo mismo cualquier origen?
FB: Sí, los importadores y distribuidores sí, pero reconocen la marca, por decirlo de alguna manera, por el número de la planta frigorífico que figura en la caja del producto; la caja que contiene los cortes de exportación tiene un número –muy grande– que identifica a cada planta frigorífica y ellos asocian ese número con la calidad provista. Además de desarrollar una marca propia, trabajamos desarrollando marcas tercerizadas que realizan frigoríficos argentinos a medida para determinados clientes chinos, de manera que no sólo vendan carne, sino también el servicio de una caja a medida para que el importador la reciba y distribuya tal como llega; ese valor se puede generar en origen.
En la operación integrada, ¿cuál habría sido el beneficio obtenido por el vendedor de hacienda en caso de haber participado de la operación como socio?
FB: Entre un 8% y un 10% respecto del valor de venta de la hacienda.
Asumiendo el cobro total de la operación a los 15 días de entregada hacienda.
Si. Se trata un incentivo importante. La pérdida de buena parte del stock de cerdos generado por a fiebre porcina africana dejó un hueco enorme que es necesario cubrir con importaciones. Por ese motivo en los últimos meses las autoridades chinas vienen habilitando muchas nuevas plantas exportadoras en Brasil y Argentina. Se trata de una cuestión de seguridad alimentaria para ellos. Tenemos que encontrar la manera de ofrecerles lo que requieren para que nos consideren un socio estratégico de unas las principales potenciales mundiales. Es una oportunidad para nosotros la posibilidad de construir un esquema sostenible del cual pueda beneficiarse toda la cadena. Además, cuando logremos tener muchos consorcios de exportación que envíen carne a China, podemos empezar a observar una dolarización de la ganadería.
La vaca gorda está cuasi dolarizada respecto de lo que sucede con otras categorías livianas destinadas al consumo interno…
FB: Sí, pero se sigue cobrando en pesos. Si logramos generar un volumen de negocios externos importante, que pueda trasladar la totalidad del valor dolarizado de las categorías de exportación a los productores, podemos pensar en el mediano plazo en la dolarización de algunas categorías ganaderas, lo que permitiría acceder con mayor facilidad a créditos en dólares con tasas de interés más razonables y muchas otras cuestiones que se pueden empezar a desarrollar, entendiendo que ésta debería ser una cadena inteligente de abastecimiento a un mercado con una demanda enorme.
Así como es posible obtener un crédito en dólares con un forward agrícola, ¿eso entonces permitiría hacer lo mismo con un contrato de abastecimiento de un consorcio de exportación de hacienda destinada a China? Sería como replicar el modelo uruguayo en la Argentina.
FB: Ellos (los uruguayos) fueron muy inteligentes al aprovechar lo que China les propuso muchos años atrás. Se posicionaron muy bien en lo que respecta a seguridad alimentaria y trazabilidad. En la Argentina el Ipcva está haciendo un buen trabajo de marketing de la carne argentina en China. Uruguay lo viene haciendo hace más de una década.
¿Cuál es la principal limitante del negocio en este momento?
FB: Los frigoríficos habilitados para exportar a China están trabajando al 100% de su capacidad. El cuello de botella en este momento está en el capacidad de congelado y se potenció desde el momento en que la Argentina fue habilitada para exportar carne vacuna con hueso, porque con eso se requiere un mayor espacio de almacenamiento. Y también existe un cuello de botella en el ciclo II, es decir, en el desposte. China está integrada por muchas regiones que tienen mucha autonomía y cada una tiene sus particularidades; algunas están más desabastecidas que otras, como es el caso del oeste chino, que aún tiene mucho potencial de crecimiento. Lo que está pasando es un cambio estructural. Existen oportunidades para que entren todos. No existe posibilidad de que se peleen los competidores porque entre todos no logran cubrir la demanda de carne existente en China. Eso se nota en las ferias internacionales de alimentación realizadas en China, donde se ve el compañerismo de los diferentes frigoríficos argentinos al momento de encarar negocios. Si sumamos además lo que exporta el Mercosur, no estamos ni cerca de poder suplir el déficit de oferta de proteínas cárnicas presente en China.
El artículo completo puede verse en edición de noviembre de la Revista CREA