Claves para gestionar equipos de trabajo
La importancia de gestionar el cuidado del lenguaje y la comunicación para consolidar vínculos sólidos.
No son los protocolos de trabajo, sino el espíritu de equipo y la calidad humana de las personas, lo que permite que las empresas atraviesen momentos difíciles.
Así lo indicó Carlos Peñafort, coordinador de la región CREA Centro y especialista en gestión de equipos de trabajo, durante una charla ofrecida en la Tranquera Abierta de los CREA Santa Fe Centro que se llevó a cabo en el establecimiento “La Tostada” (Eusebia).
“Toda empresa tiene un sistema operativo a partir del cual se obtienen las utilidades que le dan sustento: producir leche, granos, lo que fuese, pero cuando la organización sufre algún cataclismo o sobresalto imprevisto, son las personas y sus relaciones las que hacen que las cosas sigan funcionando”, apuntó Peñafort durante un panel integrado por Rita Giovenale (CREA Rafaela), Verónica Ruiz (integrante de la empresa lechera de Rita que trabaja en el sector de ordeñe), Diego Lescano (CREA Elisa-Humberto Primo) y Marcelo Meolans (integrante de la empresa de Diego que trabaja en el sector de maquinarias).
“¿Por qué vemos cosas que funcionan en un campo y en otro no? ¿Por qué algunas empresas se recuperan antes que otras frente a la adversidad? La clave, en todos los casos, son las personas y los equipos de trabajo”, explicó.
Peñafort indicó que la comunicación es la base de las buenas relaciones presentes en un equipo de trabajo. Y en ese ámbito, al momento de plantear un conflicto, es esencial ser informativo sin recurrir a juicios de valores ni calificativos sobre las personas. También aseguró que todos los integrantes de la empresa deben aprender a escuchar, algo que, si bien puede parecer sencillo, no lo es.
“Cuando un trabajador dice que no frente al pedido del propietario o del encargado, eso también puede representar, en algunas situaciones, una apertura de nuevas posibilidades. Los que dicen que sí a todo en realidad no escuchan o tienen temor a expresar sus opiniones”, comentó Peñafort.
Diego Lescano coincidió en ese aspecto al indicar que “por más cansados o enojados que podamos estar luego de una jornada de trabajo extenuante, en la empresa todos los integrantes cuidamos el lenguaje porque, si es mal usado, pueden presentarse situaciones de las cuales luego es muy difícil volver atrás”.
Diego comentó que, cuando se encuentra con un objetivo no cumplido, busca la manera de que el mismo se concrete para posteriormente analizar con los responsables las causas de no haber alcanzado la meta. “Expresar en lo inmediato enojo frente al equipo puede generar malas experiencias que afecten a las personas”, explicó.
El empresario integrante del CREA Elisa-Humberto Primo señaló que promover en el ámbito del equipo el control de las emociones es esencial porque, si alguien se deja llevar por las mismas, pueden presentarse situaciones agresivas que cierren la posibilidad de una comunicación efectiva y los problemas pasen a un terreno personal.
Por su parte, Rita Giovenale dijo que siempre es aconsejable recurrir a profesionales externos que contribuyan, con su mirada y recursos metodológicos, a generar vínculos sólidos en los equipos de trabajo.
“Muchas veces no tenemos soluciones a todos los problemas que nos plantean los integrantes de nuestro equipo, pero es importante crear los ámbitos en los que todos puedan expresarse para poder así gestionar los inconvenientes en un marco de respecto”, afirmó.