Avances en la gestión de envases vacíos de fitosanitarios
Cuáles son las provincias más avanzadas en la implementación del sistema.
La autoridades de las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Corrientes y Salta aprobaron ya el plan para instrumentar la devolución y reciclado de envases vacíos a partir de lo dispuesto por el decreto 134/18 reglamentario de la Ley Nº 27.279.
La mayor parte del resto de las provincias argentinas están trabajando con la Fundación Campo Limpio, integrada por empresas que conforman la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) y la Cámara de la Industria de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), en el diseño del sistema de gestión de envases.
Sin embargo, Santiago de Estero, Río Negro, Chubut y Santa Cruz aún no designaron autoridad competente para comenzar a trabajar en la implementación de lo dispuesto por la Ley Nº 27.279.
En la provincia de Buenos Aires –donde se encuentra más avanzada la implementación del sistema– se espera terminar el presente año con doce Centros de Acopio Transitorio (CAT) de envases vacíos, mientras que en 2020 se planificó sumar seis más. “En total proyectamos que la provincia tendrá 32 CAT distribuidos de manera tal que cubran la mayor parte del territorio; a nivel nacional el número de CATs sería del orden de 100”, explicó Federico Landgraf, director Ejecutivo de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), durante una charla ofrecida hoy martes en el ámbito de la reunión mensual de la Comisión de Agricultura de CREA.
En la Pampa se proyecta la construcción de tres CATs en las localidades de Macachín, Alta Italia y Colonia Barón, mientras que en Corrientes las localidades designadas son Lavalle, Bella Vista y Paso de los Libres (esta última en evaluación). En tanto, en Salta está previsto implementar CATs en Las Lajitas, Rosario de Lerma, Pichanal, Metán y El Carril.
Mientras que algunos CAT son montados y operadores por Campo Limpio, otros surgen de iniciativas colaborativas, como es el caso del CAT Necochea, el cual se gestó en el marco de un convenio entre Campo Limpio, agronomías locales y el municipio. “Algunos distribuidores ven el sistema como una herramienta para fidelizar clientes, de manera tal de ofrecer el servicio de retiro de envases a los productores”, comentó Landgraf.
“En Brasil, donde el sistema de gestión de envases ya lleva diecisiete años, se recupera el 95% del volumen de envases vacíos gracias a los centros de acopio provistos por 256 organizaciones que representan a los distribuidores de insumos. En la Argentina la normativa les concedió un rol secundario a los distribuidores, aunque algunas provincias eso lo están cambiando en el diseño de sus planes de gestión del programa”, añadió.
Landgraf explicó que el sistema se está diseñando con la lógica de las “botellas de cereza”, de manera tal de promover –en lo posible– que la logística de entrega de productos se complemente con la de retiro de envases vacíos para evitar así sobrecostos logísticos.
Sin embargo, existen limitaciones al respecto. Por ejemplo: la única empresa recicladora habilitada por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires es Compañía Reciplast S.A., la cual está localizada en el partido de Lanús. “Para que el sistema sea eficiente, es necesario contar con más plantas recicladoras habilitadas no sólo en la provincia de Buenos Aires, sino también en el resto del país”, apuntó el directivo de Casafe.
Campo Limpio está desarrollando un sistema de trazabilidad de envases vacíos, el cual permitirá, tal como lo determina la legislación vigente, detectar a aquellos usuarios que no los devolvieron en el plazo de un año vigente desde el momento de la adquisición de los mismos. “El sistema que estamos diseñando es de balance entre los envases que entran y deberían salir en cada CUIT. Más adelante podemos llegar a implementar sistemas de trazabilidad individual de cada uno de los envases comercializados”, indicó Landgraf.
Al momento de entregar envases, al usuario se le otorgará en el CAT un certificado para validar esa operación. Si alguien no devolvió envases en el término de un año, entonces el sistema no le permitirá seguir comprando fitosanitarios hasta que no subsane ese incumplimiento. “Estamos trabajando para permitir que el productor, por medio de una declaración jurada, pueda extender el período de un año hasta un máximo de tres años”, detalló.
“Estamos además solicitando al Senasa la posibilidad de que campos con gran escala, en lugar de adquirir envases de 20 litros, puedan emplear, por ejemplo, tanques de 14.000 litros para proveerse de fitosanitarios a granel”, adelantó Landgraf.
La Ley Nº 27.279 requiere la intervención de las provincias para que se aprueben los sistemas de gestión de envases vacíos, de manera tal que los mismos solamente pueden comenzar a implementarse una vez que sean validados por las autoridades de esas jurisdicciones.
Vale recordar que la Ley 27.279 prohibió en todo el territorio nacional el abandono, vertido, quema o enterramiento de envases vacíos de fitosanitarios, así como la comercialización o entrega de los mismos.
Los productores y aplicadores tienen que disponer de sitios de almacenamiento temporales de envases vacíos de fitosanitarios, los cuales “deberán estar señalizados y ubicados en un lugar seco, cerrado, bajo techo, con protección en su superficie que impida la percolación de líquidos que pudieran derramarse, alejado de fuentes y reservorios de agua y de lugares de almacenamiento de alimentos destinados al consumo humano o animal”.
Los usuarios de fitosanitarios, antes de trasladar los envases vacíos a los CATs, deben separarlos en dos categorías: aquellos que, luego del procedimiento de triple lavado, pueden eventualmente reciclarse y otros que, “por contener sustancias no miscibles o no dispersables en agua”, no pueden reciclarse y, por ende, deben ser destruidos.