Aplicaciones dirigidas para todos
Una tecnología clave para la sostenibilidad agrícola.
Agustín Bilbao –asesor del CREA Necochea-Quequén– está convencido que las aplicaciones selectivas o dirigidas deberían ser la norma general al momento de diseñar una estrategia de control de malezas.
“No está previsto que aparezcan nuevos principios activos para controlar malezas problemáticas, por lo que el control de las mismas depende exclusivamente de lo que hagamos nosotros”, asegura el asesor CREA.
En ese sentido, Agustín cree que las aplicaciones dirigidas son una de las herramientas indispensables para una agricultura sostenible junto con los monitoreos sistemáticos, la rotación de cultivos tanto de cosecha como de servicio, el uso alternado de diferentes principios activos y la incorporación de planteos ganaderos, entre otras alternativas.
En la zona sudeste de Buenos Aires los lotes afectados por rama negra, raigrás y nabolza resistente requieren aplicaciones en barbecho de herbicidas postemergentes con un costo que se encuentra en el orden de unos 40 u$s/ha. Es decir: una montaña de dinero.
“El año pasado una empresa de la zona de Necochea implementó el Weed it para pulverizar de manera selectiva 6800 hectáreas y medimos que con esa tecnología logró reducir en un 74% el Coeficiente de Impacto Ambiental en apenas un año”, explica Agustín. “El equipo tuvo un costo de 160.000 dólares y la empresa ahorró unos 85.000 dólares en herbicidas en el primer año de uso, con lo cual es repago de la inversión es muy rápido”, añade.
El Coeficiente de Impacto Ambiental (EIQ) desarrollado por el Programa de Manejo Integrado de Plagas de la Universidad de Cornell (1992) tiene en cuenta el riesgo para el trabajador que aplica fitosanitarios, para el consumidor (considera incluso la posible lixiviación a napas) y para el ambiente y las especies que lo habitan.
“De todas maneras, la tecnología de aplicaciones dirigidas es mucho más que un instrumento para aplicar una menor cantidad de productos; se trata de algo que cambia completamente lo que veníamos haciendo al respecto y que introduce un nuevo paradigma en nuestros sistemas”, advierte.
Las pulverizaciones dirigidas, además de viabilizar aplicaciones tempranas de escapes de malezas en sectores específicos (que en algunos casos pueden representar apenas 1% a 2% del área agrícola), permiten emplear fitosanitarios de elevada efectividad que, por su costo –como puede ser el glufosinato de amonio–, no es posible usar a una escala general.
Los tres equipos disponibles en el mercado –Weed it AG, Weed it Quadro y WeedSeeker 2– tienen características diferenciales, las cuales deben ser tenidas en cuenta en función de las particularidades presentes en cada establecimiento.
“Por ejemplo, en teoría, una menor altura de trabajo es deseable para reducir el riesgo de deriva de la aplicación, pero eso en terrenos escarpados constituye una desventaja”, comenta Agustín.
“Varios contratistas cuentan con equipos WeedSeeker, los cuales, al emplear índice verde (NDVI) para reconocer malezas, pueden realizar aplicaciones en cultivos ya emergidos; de hecho, empresas que usan Weed it en barbechos y tienen escapes de malezas en algún lote, pueden llamar a contratistas con WeedSeeker para solucionar ese problema puntual”, agrega.
El presente artículo completo puede leerse en la última edición de la Revista CREA.