Impuestos
Cuentas patrimoniales
Cuando hay créditos o débitos fiscales se utilizan las denominadas cuentas patrimoniales. Tal como se explicó anteriormente, al momento de realizar una compra se pueden originar créditos fiscales (3.1 Proceso de compra). Un ejemplo lo constituyen el IVA o las retenciones de Ingresos Brutos. Esta situación se expresa contablemente en el Debe con una cuenta del Activo corriente (Créditos fiscales). La contrapartida se representa con la cuenta del activo que disminuye al cancelar el compromiso (por ejemplo, Caja y Bancos) o con la cuenta del Pasivo corriente que demuestra el compromiso asumido (por ejemplo, Proveedores).
Cuentas de resultado
Al realizarse una compra también pueden originarse impuestos. Ejemplos de estos impuestos son las ganancias, el IVA, los bienes personales, etcétera. Ellos son representados contablemente con una cuenta de resultados de pérdidas, como la cuenta Impuestos, imputada en el Debe. La contrapartida se da con un aumento de la cuenta del Pasivo corriente con la que se asume el compromiso, por ejemplo Proveedores, o con la cuenta del Activo corriente que salda el compromiso, por ejemplo Caja y Bancos. En ambos casos, la imputación se efectúa en el Haber.
Cuando se realiza una venta también se generan impuestos. Este es el caso de los impuestos sobre los Ingresos Brutos, que se representan con una cuenta de resultado de pérdidas en el Debe. La contrapartida se refleja con un aumento del Activo corriente, que puede ser Clientes a cobrar, imputada en el Haber.
En los casos en que se pagan impuestos -por ejemplo, las tasas municipales-, el proceso se representa contablemente con una cuenta de resultados de pérdidas que se imputa en el Debe. Su contrapartida corresponde a la cuenta del Activo corriente con la que se salda o con la cuenta de Pasivo corriente que refleja el compromiso con el fisco.
Capítulo en PDF
Hacé clic en el botón y descargá el documento. Consultalo cuando quieras, desde donde quieras.
Descargar