El CREA Río Primero en Sudáfrica: una experiencia de capacitación al otro lado del Atlántico
Sudáfrica es un ejemplo de que se puede producir de manera ambientalmente responsable con la tecnología disponible. Pero también es una advertencia para aquellos productores que crean que es innecesario dedicar atención al contexto social al momento de planificar la gestión empresaria.
Así lo advirtieron los integrantes del CREA Río Primero (Córdoba Norte), quienes, como motivo del vigésimo aniversario de la creación del grupo, realizaron un viaje a Sudáfrica para conocer de primera mano la situación de sus pares del otro lado del Océano Atlántico.
Los empresarios CREA visitaron las sede de Agricultural Research Council (una institución pública de investigación agropecuaria similar al INTA local) y Grain SouthAfrica (una organización privada que surgió a partir de 1999 con la unión de las cuatro entidades representativas de los cultivos de maíz, oleaginosos, cereales de invierno y sorgo. Y luego se dirigieron a la zona agropecuaria de Pretoria y Middelburg (equivalentes en Sudáfrica a la Pampa Húmeda argentina), localizadas en el noreste del país.
“Conocimos una empresa familiar que se dedican a la siembra de trigo, maíz blanco, poroto, algodón y colza, además de plantaciones de frutales y nueces en un área de unas 2000 hectáreas”, relata Roberto Manso, uno de los empresario CREA que participó del viaje. “Esa diversidad que nos dejó boquiabiertos, ya que dan trabajo a más de 60 empleados directos y tienen un manejo de fitosanitarios muy eficiente: al lado de un trigo con un rinde esperado de 70 qq/ha había una plantación de limones certificada para exportar a la Unión Europea”, añade. Las aplicaciones son realizadas en un 100% con equipos y personal propio de al empresa dado que en la zona no existe la figura del contratistas rural. Contaban con pulverizadores modernos.
El salario mensual promedio de un trabajador rural en la empresa es de unos 5000 rands (la moneda sudafricana). Se trata de una cifra del orden de 400 dólares. El trabajo agrícola es uno de los mejores pagos en Sudáfrica (el salario mínimo actual es de 2545 rands).
El paquete tecnológico empleado por los productores visitados s similar al utilizado en los sistemas agrícolas argentinos. También deben lidiar con muchas malezas resistentes a herbicidas. El precio promedio de la tierra en las zonas de Pretoria y Middelburg ronda los 20.000 u$s/ha y, si tiene riego, puede llegar a 30.000 u$s/ha.
Posteriormente cruzaron hacia la otra punta de Sudáfrica, hacia la zona de influencia de Ciudad del Cabo (en el sudoeste del país), para visitar campos con un régimen de lluvias muy limitado (un promedio histórico medio de 400 milímetros anuales) donde se dedican a la cría ovina y los cereales de inverno (trigo y cebada). El precio de la tierra en esa región es del orden de 6000 u$s/ha.
“Visitamos dos campos familiares, donde nos encontramos con productores muy compungidos por la sequía extrema que estaban viviendo, a punto tal que la fábrica cervecera de la zona, SAB Miller, había tenido que recortar planes de producción por la escasa oferta disponible de cebada”, señala Roberto.
En los últimos tiempos algunos integrantes del partido gobernante del Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en inglés) comenzaron a evaluar la posibilidad de reformar la Constitución sudafricana para establecer la posibilidad de realizar expropiaciones de tierras productivas sin contraprestación alguna. Estos hechos están generando una creciente incertidumbre en el sector agropecuario de esa nación africana. “En ese marco, los planes de crecimiento de superficie están limitados y las posibilidad de acceder a financiamiento para realizar compra de campos o inversiones estructurales son casi nulas”, apunta Roberto.